Te quiero y lo sabes. Tengo mucho que agradecerte y quizá alguna vez tuve mucho que reprocharte—pero ya no más—. Hiciste mucho por mí, tanto cosas buenas como alguna que otra que me lastimo. A final de cuentas sólo queda en mi memoria lo positivo.
Aunque no lo sepas me cambiaste. Fuiste tú y tu influencia lo que me ayudo a amar la lectura más de lo que ya lo hacía, lo convertiste en un hábito en mí, aún sin querer. Fuiste tú quien me convenció de comenzar a escribir cuando me dijiste de sacar una cuenta en paraíso ff. Tu apoyo siempre fue—y es—vital para mí, leías mis historias y yo las tuyas—por lo menos las originales—, y fue ahí cuando inicio aquel sueño, sigo queriendo hacer una co-autoría contigo, querida. Es por ti que comencé a pensar en convertirme en escritora. Eres una de las personas más importantes que tengo y te admiro mucho. A veces "competíamos" un poco con tal de superarnos a nosotras mismas.
¿Sabes? Eres de las pocas personas a quienes les permitiría decir una de las frases que más detesto—sin reprocharle nada—: "Te conozco". Estoy segura que es así, no en vano tenemos siete años de conocernos.
Cada vez estás más lejos, lo sé. Tu vida sigue y la mía también. A veces siento que nos dejamos atrás la una a la otra, pero es necesario seguir andando ¿no?
Me pregunto si alguna vez te he dicho lo cómoda y confortada que me siento cuando estoy a tu lado. Probablemente no, es raro—y placentero—que me sienta así con alguien, y es aún más raro que sea total y complemente honesta ya sea conmigo misma o con los demás—aunque me da por serlo cuando suelto mi retahíla de cursilerias—.
"El destino une y separa a las personas" creo en esa frase, pero a nosotras nada nos separara.
Siempre he sido ingenua y poco realista—a veces por mi propia naturaleza y otras por decisión propia—, sin embargo yo creo en el para siempre, creo en amistades eternas. Puedes pensar que es tonto si quieres, pero para mí no lo es. Dime: si no nos hemos separado en siete años, por qué habríamos de hacerlo ahora.
Es cierto, ya no somos tan unidas como antes y suelo desaparecer—o más bien aislarme—con frecuencia, pero si al final del día—mes o lo qué sea, porque nos vemos muy de vez en cuando—podemos hablar de cualquier tema—por muy simple, tonto o delicado que sea—como si fuera lo más interesante y confidencial del mundo, si podemos contarnos cualquier cosa sin importar cuan personal sea, si puedo llorar en tu hombro y tu en el mío y contarte mis dichas a la vez que escuchó las tuyas, si aún confías en mí—como yo lo hago en ti—, mientras sea así yo podré seguir creyendo en el para siempre y en amistades eternas.
Y aún si la vida nos separa definitivamente y no podemos volver a vernos, seguirá estando ahí esa amistad. Mientras vivan los recuerdos estará ahí. Y aún si (acaso) llegásemos a olvidar el rostro de la otra, su voz o si ya no somos capaces de reconocerla al tenerla enfrente. Seguirá en nuestros recuerdos, quizá no los de la mente pero sí en los del corazón.
Así que hoy, amiga mía, quiero expresarte lo mucho que te quiero y agradezco y aprecio nuestra amistad—aunque sea una amiga terrible—: por favor, mantengamos viva ésta relación tan linda en lo posible ¿sí?
Sabes que te deseo lo mejor del mundo y que—sin importar qué—confió en ti y estoy orgullosa de todo lo que haces, porque sé que es lo mejor. Siempre da todo pequeña y se feliz con lo que haces. Si caes levántate y si crees que no puedes, aquí estoy yo para ayudarte en lo posible.
Gracias por estos hermosos siete años de amistad.
Te amodoro <3
Atte. Nan~
Esta es una carta que le escribí a mi mejor amiga, sólo espero poder dársela pronto y la subo porque sé que perderé el borrador y no temo olvidar la promesa que está camuflada por ahí.
Igual que con el hilo rojo en año nuevo, es una promesa de eternidad y de "estaré ahí para ti, no importando dónde esté"
Eso, perdón si le causé un coma diabético a alguien.
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