28/5/13

Sólo quiero decirte "Gracias" así sin más. 

23/5/13

Es la primera vez que escuchó un "yo te entiendo" y no me suena a mentira.
Es la primera vez que se me escapa un "te quiero" sin pensar una y mil veces, sin realmente considerarme cercana a esa persona.
Es la primera vez que un abrazo me hace sentir tan bien.
Es una de esas pocas veces en las que agradezco infinitamente haberme encontrado con alguien.
Es la primera vez que escucho a alguien describir exactamente la manera en la que me siento.
Es la primera vez que las palabras no parecen mentiras.
Es la primera vez que un "te quiero" parece una verdad y no sólo algo que me dicen para quedar bien, para obligarme a hacer algo.
Es la primera vez que puedo hablar durante un abrazo.
Es la primera vez que algo tan tonto me parece tan tierno.
Es la primera vez que no me siento sola.
Y es la primera vez que me muero por gritar "gracias" sin razón aparente.


A ti.

Si algún día te sientes tan solo. 
Si algún día te sientes tan falso, tan irreal. 
Si en algún momento te sientes tan inútil.
Si en algún momento te cuesta sonreír o te sientes dar arcadas al hacerlo.
Si crees que nadie te entiende.
Si crees que nadie te nota.
Si el miedo te paraliza.
Si sientes ganas de no hacer nada.
Si sólo quieres dormir y jamás despertar.
Si algún día piensas en perderte en ti mismo, en renunciar a la realidad. 
Si llegas a verlo todo tan gris que la muerte parece la única salida.
Si te pierdes en vicios inútiles, sólo para no pensar, para evadir.
Si te sientes tan encerrado, tan cansado.
Si crees haber caído y no tienes más ganas de levantarte.
Si te sientes tan desconsolado, tan abandonado.
Si la opresión en tu pecho no desaparece.
Si cada minuto sientes que es más difícil contener el llanto o si, por el contrario, es éste tan natural que ya ni siquiera eres consciente de él.
Si aquello por lo que hubieras dado todo ya no es suficiente.
Si nada te hace feliz.
Si te sientes tan poco importante, tan insignificante.
Si crees que eres invisible o que te esfumarás si nadie te mira.
Si por fin te cansaste de complacer a los demás, de ganar su cariño y atención con acciones.
Si al mirarte en el espejo sientes asco de ti mismo y te llamas patético.
Si nunca nada es suficiente.
Si estás cansado de tanto esfuerzo y ninguna palabra de aliento.
Si todo parece inútil o carece de sentido.
Si ya nada logra pintarte una sonrisa en el rostro.
Si la risa se convierte en una respuesta automática y sabe a mentira.
Y si aquello que solía hacerte tan feliz ya no lo hace más.
Si a tu alrededor todos parecen tan felices y te parece tan injusto, o si, por el contrario, todo parece desmoronarse.
Si ya no puedes ni sostenerte.
Si ya no quedan más lágrimas, o si ya estás tan hastiado de ellas.
Si tu boca se abre en un grito silencioso y te cuesta respirar.
Si te ahogas entre lágrimas y no ves más que dolor.
Si ya no tienes nada porque luchar.
Si tus sueños, aquellos que forjaste con tanto amor, ya no valen nada y parecen cadenas.
Si todo y todos no te parecen más que asquerosas mentiras.
Si vives todo el día perdido en sueños que sabes nunca harás realidad.
Si algún día ya no quieres querer a nadie.
Y si llegas a sentir que ya nadie te quiere.


Ven aquí, sólo ven.
Todo estará bien, yo te entiendo.
Todo estará bien, todo estará bien.
Sé que duele, y no dejará de hacerlo, no ahora. 
Pero sí un día.
Así que ven, ven aquí.
No lo olvides, no estás solo.
Estoy aquí, y duele.
Pero debes seguir adelante.
Te quiero, a ti yo te quiero.
Así, sin razón, sólo por ser tú.
No necesitas hacer nada.
Sólo nunca lo olvides, no estás solo.
Yo te entiendo.

21/5/13

¿A dónde me llevan mis pasos?
No sé, siento tanta incertidumbre y tanto miedo. 
Pero no quiero dejar mi camino.
No ahora, ni nunca.

Here

No voy a desaparecer si nadie me mira, 
no dejaré de existir aunque nadie parezca saber de mi existencia,
no voy a desvanecerme porque nadie diga mi nombre;
soy real, estoy viva y estoy aquí.
Así que aunque no digan mi nombre, tengo uno.
Aunque nadie me miré, aquí estoy.
Y, lo más importante es que, no estoy sola y jamás lo he estado.

11/5/13

Y si aún te quedan lágrimas por derramar, ven a mí. 
Abrígate en mis brazos y deja salir tu dolor. 
Ven a mí y déjate llevar.
No necesitas ser fuerte, sólo necesitas ser tú.

9/5/13

Sólo...

Y aquí está otra vez, asfixiante y abrumadora, desgarradora y deprimente, arrastrándola de nuevo. La voz dentro de su cabeza repite una y otra vez aquella frase, el "estás sola" y ese "no perteneces aquí" hacen eco y calan tan hondo.
Las lágrimas se deslizan por ese rostro sonriente que sólo tarda un segundo en deformarse. La boca forma una delgada línea, esa boca que hacía un segundo se curvaba hacia arriba, esa que pretendía sonreír, desganada y temblorosamente, tan hastiada.
Los ojos que pretendían mostrar un brillo que evidentemente no estaba ahí, esos ojos se ensombrecen. Vidriosos, acuosos, hinchados, rojos de tantas lágrimas, de tanto esperar. Se arremolinan tan rápidamente que apenas y puede mantener los ojos abiertos, se arremolinan tan rápidamente que no tardan ni un segundo en desbordarse.
Cada gota salada escoce y es tan fría. Una tras otra, una tras otra, ellas sólo caen.
Su boca se abre, como si le faltara el aire, y así es.
Su boca se abre, como si quisiera gritar, pero no hay grito, no hay grito. El grito se ahoga en su garganta reseca, en esa que parece querer romperse en cualquier momento.
Y llora, sólo llora.
No gime, no grita, no se queja. No puede, su voz la ha abandonado.
La ha abandonado como todos lo han hecho.
Como cree que lo han hecho.
Como siente que lo han hecho.
Aun con tantos a su alrededor, se siente tan sola. Aun con tantos diciendo lo contrario, está tan sola.
Se ha abandonado a sí misma.
Su rostro se contrae de dolor y sonríe.
El paladar se inunda de mentira, y se siente dar arcadas. Sólo hay llanto y más llanto, pero nadie a quien engañar. Nadie que pueda creer semejante mentira.
Y está tan cansada, tanto, tanto.
Se hace un ovillo y se abandona un poco más.
Se sumerge en el sueño y deja de pensar.
Huyendo de todo, huyendo de todos.
Sólo duerme y duerme.
Sólo llora y llora.

4/5/13

Soledad

De pronto me sentí tan insólitamente acompañada, que descubrí que todo este tiempo me percibí irremediablemente sola, aún siendo consciente de que no lo estaba.
Mi sentimiento de soledad mutó, de alguna forma, lo descubrí ya no diluido en tristeza, ya no intenso y abrumador, ya no asfixiante. Sutil, sutil, tanto que no me daba cuenta de que estaba ahí.
Pero esa compañía, tan profunda, tan ajena que se iba clavando en mi pecho no se fue del todo. Y mi preciosa y odiada soledad se fue o quizá se quedó escondida. Compartiendo mi corazón maltrecho ambas se quedaron, sosteniéndolo, abrazándolo, agitándolo.
Quizá me volví egoísta, quizá siempre lo fui. Pero egoísta o no, ahora mi prioridad es encontrarme a mí misma, ser yo y nada más; si me gusto o no, no importa, porque soy yo y eso es lo que vale.