4/5/13

Soledad

De pronto me sentí tan insólitamente acompañada, que descubrí que todo este tiempo me percibí irremediablemente sola, aún siendo consciente de que no lo estaba.
Mi sentimiento de soledad mutó, de alguna forma, lo descubrí ya no diluido en tristeza, ya no intenso y abrumador, ya no asfixiante. Sutil, sutil, tanto que no me daba cuenta de que estaba ahí.
Pero esa compañía, tan profunda, tan ajena que se iba clavando en mi pecho no se fue del todo. Y mi preciosa y odiada soledad se fue o quizá se quedó escondida. Compartiendo mi corazón maltrecho ambas se quedaron, sosteniéndolo, abrazándolo, agitándolo.

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