23/5/13

A ti.

Si algún día te sientes tan solo. 
Si algún día te sientes tan falso, tan irreal. 
Si en algún momento te sientes tan inútil.
Si en algún momento te cuesta sonreír o te sientes dar arcadas al hacerlo.
Si crees que nadie te entiende.
Si crees que nadie te nota.
Si el miedo te paraliza.
Si sientes ganas de no hacer nada.
Si sólo quieres dormir y jamás despertar.
Si algún día piensas en perderte en ti mismo, en renunciar a la realidad. 
Si llegas a verlo todo tan gris que la muerte parece la única salida.
Si te pierdes en vicios inútiles, sólo para no pensar, para evadir.
Si te sientes tan encerrado, tan cansado.
Si crees haber caído y no tienes más ganas de levantarte.
Si te sientes tan desconsolado, tan abandonado.
Si la opresión en tu pecho no desaparece.
Si cada minuto sientes que es más difícil contener el llanto o si, por el contrario, es éste tan natural que ya ni siquiera eres consciente de él.
Si aquello por lo que hubieras dado todo ya no es suficiente.
Si nada te hace feliz.
Si te sientes tan poco importante, tan insignificante.
Si crees que eres invisible o que te esfumarás si nadie te mira.
Si por fin te cansaste de complacer a los demás, de ganar su cariño y atención con acciones.
Si al mirarte en el espejo sientes asco de ti mismo y te llamas patético.
Si nunca nada es suficiente.
Si estás cansado de tanto esfuerzo y ninguna palabra de aliento.
Si todo parece inútil o carece de sentido.
Si ya nada logra pintarte una sonrisa en el rostro.
Si la risa se convierte en una respuesta automática y sabe a mentira.
Y si aquello que solía hacerte tan feliz ya no lo hace más.
Si a tu alrededor todos parecen tan felices y te parece tan injusto, o si, por el contrario, todo parece desmoronarse.
Si ya no puedes ni sostenerte.
Si ya no quedan más lágrimas, o si ya estás tan hastiado de ellas.
Si tu boca se abre en un grito silencioso y te cuesta respirar.
Si te ahogas entre lágrimas y no ves más que dolor.
Si ya no tienes nada porque luchar.
Si tus sueños, aquellos que forjaste con tanto amor, ya no valen nada y parecen cadenas.
Si todo y todos no te parecen más que asquerosas mentiras.
Si vives todo el día perdido en sueños que sabes nunca harás realidad.
Si algún día ya no quieres querer a nadie.
Y si llegas a sentir que ya nadie te quiere.


Ven aquí, sólo ven.
Todo estará bien, yo te entiendo.
Todo estará bien, todo estará bien.
Sé que duele, y no dejará de hacerlo, no ahora. 
Pero sí un día.
Así que ven, ven aquí.
No lo olvides, no estás solo.
Estoy aquí, y duele.
Pero debes seguir adelante.
Te quiero, a ti yo te quiero.
Así, sin razón, sólo por ser tú.
No necesitas hacer nada.
Sólo nunca lo olvides, no estás solo.
Yo te entiendo.

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