La cabeza hecha un lío.
Piensa, piensa y vuelve a pensar.
La idea da vueltas en su cabeza.
Una y otra vez.
Se vuelve confuso, se enreda.
Su mente es una maraña.
No sabe, piensa en lo peor.
Está lejos, muy lejos.
La realidad, la realidad.
¿Dónde queda la realidad?
Nadie sabe, es confuso.
No sabe si quiera lo que piensa.
Necesita hacer algo.
Necesita sentir algo.
Piensa, piensa.
¿Qué se supone que haga?
¿Qué debe sentir?
La cabeza hecha un lío.
Piensa, piensa y vuelve a pensar.
Lágrimas cayendo.
¿Qué es esto?
La cabeza hecha un lío.
El cuerpo se mueve frenético, desesperado.
¿Qué está sucediendo?
No sabe, no sabe.
¿Dónde está la respuesta?
No la encuentra, su mente no da para más.
No alcanza la respuesta.
No comprende nada.
Quiere entender, necesita hacerlo.
La cabeza le da vueltas.
Piensa, piensa y vuelve a pensar.
Está llorando como un niño y no sabe por qué.
Y quiere saber, realmente quiere saber.
El por qué no sirve de nada, no conduce a nada.
Lo sabe, pero no deja de buscarlo.
Duele, de una manera extraña.
Y la cabeza parece quererle estallar.
Hay una tormenta adentro.
Y las lágrimas fluyen.
¿Qué es esto?
Lágrimas, lágrimas; gemidos, gemidos.
Parece un niño y no debería ser así.
Piensa, piensa y no llega a la respuesta.
Duele, ¿por qué duele?
Y repite el procedimiento.
Pensar no ayuda, pero no puede verlo.
¿Dónde está la realidad?
Se atormenta y tiene miedo.
Aunque no es capaz de comprenderlo.
Quiere sentir con la cabeza y no puede.
Jamás lo logrará.
No sabe sentir.
Y piensa, piensa y vuelve a pensar.
Una y otra vez.
No llega a nada.
No hay respuesta.
Ni lógica.
Sólo es.
Y pensar en el futuro.
Pensar en el pasado.
Pensar en cualquier cosa no ayudará.
Y duele, sólo eso sabe o quizá no.
La cabeza hecha un lío.
Y sigue pensando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario