Ven y lléname con tu presencia, me siento tan sola, tan vacía, tan hueca.
Lléname con tu sonrisa, que estoy cansada de ver mi rostro lloroso frente al espejo.
Sosténme entre tus brazos, que necesito de toda aquella calidez que puedas brindarme.
Háblame, necesito tu voz resonando en mis oídos, estoy harta de mi propia voz.
Sólo por hoy, por favor, ayúdame a levantarme. He caído, estoy asustada y mis piernas flaquean demasiado como para poder mantenerme de pie.
Responde a mi pedido de auxilio, por favor; tú bien sabes que yo no soy de pedir ayuda, y realmente lamento que sea así.
Así que, por favor, si estás ahí: Responde.
Soy la niña de la burbuja, soy la chica que mira siempre por la ventana: ya no soy más una niña, lo sé pero aún así necesito llorar a veces, así que dame la oportunidad de ser escuchada, por lo menos de esta forma, hasta que sea lo suficientemente valiente para ser honesta.
Si me escuchas; si estás ahí, por favor, sonríe radiantemente para mí, así como tú sabes hacer; sólo eso necesito, tu sonrisa llena de calidez.